Durante la Ilustración hubo avances científicos que abrieron el camino de varias tecnologías punteras de la actualidad como la primera vacuna en 1796, la turbina de gas en 1791 o la primera batería en 1800.
Gran parte de los avances científicos que hoy damos por supuesto hunden sus raíces en el llamado Siglo de las Luces. La Ilustración, además de avanzar en el conocimiento teórico con proyectos como la Enciclopedia de Diderot, fue una época fecunda para la ciencia aplicada. Concretamente, tres inventos tuvieron una importancia capital para el desarrollo tecnológico actual.
En este artículo hablaremos de
Por supuesto, en la Ilustración, que se extendió entre los siglos XVII y XVIII, hubo muchas más invenciones de importancia. Por ejemplo, cabe mencionar la campana de buceo (Edmond Halley, 1717), el extintor (French C. Hopffer, 1722), el termómetro (Gabriel Fahrenheit, 1724), el sextante (John Campbell, 1757) o el inodoro (Alexander Cummings, 1775). Muchos de esos inventos, tales como la máquina de vapor alimentada por carbón, quedaron superados por tecnologías más eficientes y sostenibles como la energía fotovoltaica o la eólica, pero sus principios de funcionamiento marcaron el desarrollo tecnológico posterior. A modo de ejemplo, para este artículo nos centraremos en tres avances científicos durante la Ilustración y su reflejo en la ciencia moderna.
Cuesta creer que la tecnología que propulsa los aviones más veloces de la actualidad se remonte a la invención patentada por John Barber en 1791.
Si bien esa patente para un “carruaje sin caballos” no tuvo aplicaciones prácticas, fue la primera vez que se plantearon los principios de la turbina de gas. Es decir, el gas se comprime con aire en un compresor cónico y esa mezcla, que entra en combustión, lanza un chorro de gases calientes que hacen rotar la turbina.
Ciento sesenta años después, otro inglés llamado Frank Whittle patentó un motor de reacción inspirado en Barber que sería la clave para una nueva generación de aeronaves. En primer lugar, los nuevos propulsores acabaron desbancando los sistemas de hélices empleados hasta entonces. Y, en segundo lugar, fueron la base para los motores de los cohetes que impulsaron la conquista del espacio exterior y de los últimos viajes realizados por magnates como Jeff Bezos y Richard Branson. Por último, la turbina de gas promete ser una de las claves para el desarrollo de la aviación sostenible, gracias a los aviones impulsados con hidrógeno verde.
El voltio, una de las unidades de energía más comunes, debe su nombre al inventor italiano que desarrolló la primera pila de la historia.
La pila voltaica de Alessandro Volta era un conjunto de discos conductores de cobre y zinc intercalados con trozos de cartón impregnados de salmuera. El nuevo dispositivo, presentado en el año 1800, revolucionó el estudio de la electricidad, ya que por primera vez se contaba con un suministro eléctrico continuo y fiable.
La pila voltaica posibilitó avances científicos como los primeros experimentos de electrólisis, una técnica que hoy permite producir hidrógeno o depurar aguas residuales. Además, la pila voltaica puede considerarse la precursora de las baterías que impulsan los coches eléctricos modernos y que alimentan múltiples dispositivos como:
Si alguna vez te has preguntado si las vacunas tienen algo que ver con las vacas, no andabas desencaminado. Edward Jenner, un médico inglés, observó que las víctimas de la viruela vacuna parecían quedar inmunizadas contra la viruela humana.
Así, inoculó a varios candidatos con material biológico procedente de las pústulas asociadas a esta enfermedad y logró demostrar fuera de cualquier duda la efectividad de su nuevo sistema. De paso, se ganó un hueco en la historia.
Los métodos de desarrollo de vacunas y de análisis microbiológico han avanzado enormemente desde entonces. En fechas recientes, los científicos que desarrollaron la primera vacuna contra el coronavirus basada en el ARN mensajero (ARNm) han anunciado que trabajarán en una vacuna contra la malaria basándose en esa misma técnica.
Curiosamente, la historia del desarrollador de la primera vacuna tiene otro punto de contacto con nuestro tiempo: existe un grabado de 1808 que muestra a Jenner y otros médicos plantando cara a los antivacunas de la época.
El científico Isaac Newton gustaba de afirmar que, si había logrado ver más lejos, era por haberse apoyado en hombros de gigantes. De este modo, venía a reconocer la importancia del trabajo de sus antecesores científicos. Hoy muchos de los avances científicos modernos se apoyan en los hombros de gigantes de la Ilustración como Volta, Fahrenheit, James Watt o Benjamin Franklin.
Fuentes: Thoughtco, Wikiwand, Edubilla, https://www.cdc.gov/smallpox/history/history.html
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