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K-City en Corea es una de las mayores ciudades del mundo diseñadas para coches autónomos. Además, contará con transmisión de datos 5G de alta velocidad.
Pocas áreas de la tecnología hay más apasionantes ahora mismo que los coches autónomos. O eso es lo que parecen pensar fabricantes de coches como Tesla y empresas hasta ahora alejadas de la automoción como Apple, Google, Intel o NVidia. Y sí, los vehículos sin conductor suponen, sin duda, un salto cualitativo en el desarrollo de una civilización que, desde los tiempos del carruaje, necesitaba a un conductor al volante (o a las riendas). Pero, tal como sucedió con la carrera espacial, este tipo de medio de transporte lleva aparejada además toda una pléyade de tecnologías y cambios revolucionarios.
Por decir algunos: inteligencia artificial, sistemas de avanzados de detección de colisiones, protocolos de comunicación entre vehículos, fin de la era del coche individual, fin de las boinas de polución urbana... El proceso de homologación para encontrarlos en carretera será largo, pero K-City, su nuevo banco de pruebas en Corea, es un paso firme en un camino que se antoja prácticamente inevitable.
En artículos anteriores hemos mencionado iniciativas como M-City, la ciudad estadounidense donde Ford y otros fabricantes de coches ya experimentan con sus prototipos, o el fiordo de Trondheim donde se ponen a prueba barcos, submarinos y aeronaves no tripuladas. Sin embargo, K-City tiene una baza que la distingue del resto. Será la primera en incorporar comunicaciones 5G. Muy bien, pero aparte de velocidades de transmisión estratosféricas, ¿por qué es tan importante esta iteración? La clave está en la latencia, es decir la diferencia de tiempo que transcurre entre cuando sucede algo y cuando lo vemos realmente en nuestro dispositivo, que esta vez será inferior a un milisegundo. Si se trata de ver vídeos en Youtube, no es un factor demasiado importante, pero si hablamos de la reacción de un vehículo en una autovía o de la retroalimentación que recibe un cirujano al operar con un brazo robótico, la diferencia es crucial. Además, la 5G permite conectar millones de dispositivos por kilómetro cuadrado, otro de los pilares del Internet de las cosas.
Anunciada a principios de 2017, y con un presupuesto cercano a los diez millones de euros, K-City acaba de inaugurar este mes el área del circuito correspondiente al tramo de autovía. La extensión total de la ciudad una vez terminada será de 320.000 metros cuadrados, lo que prácticamente triplica la extensión de M-City, la pionera del sector en EEUU. Además de estaciones 5G y el tramo de autovía, la ambiciosa ciudad coreana incorporará pasos de cebra, controles de peaje, túneles, una simulación de centro urbano y de las afueras, pasos a nivel ferroviarios e incluso las mismas odiadas obras y los molestos baches de cualquier ciudad tradicional. En total, se simularán hasta treinta y cinco condiciones de conducción distintas. En la ciudad se probarán hasta vehículos de nivel 4, es decir, con autonomía absoluta, aunque en áreas confinadas.
Los acontecimientos se van precipitando y si a principios de año K-City era la ciudad más grande del mundo de su tipo, Alphabet (la matriz de Google) acaba de anunciar una ciudad que la supera. Se llama Castle y es el campo de pruebas californiano de Waymo, la iniciativa de vehículos autónomos en la que Google lleva años trabajando. Con cerca de 370.000 metros cuadrados, fue el escenario el mes pasado de una presentación ante una treintena de periodistas de diversos medios de los últimos avances en la conducción autónoma de nivel 4.
Por su parte, Uber, la empresa de alquiler de coches con conductor que está revolucionando el transporte urbano, también inauguró este año su propia ciudad para vehículos autónomos. Está ubicada en Pensilvania y ha sido bautizada como Almono y, aunque ocupa la mitad de extensión que iniciativas como K-City o Castle, demuestra el compromiso de la compañía con un futuro en el que el carnet de conducir será una reliquia que enmarcar como testimonio de una era pasada.
Fuente: The Guardian, Business Insider, QZ
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