Ventanas inteligentes ‘low-cost’
En lugar de cristal líquido, las ventanas inteligentes aplican una tecnología basada reacciones químicas y físicas
Una nueva tecnología asistirá a los obreros de la construcción para aligerar su esfuerzo físico.
¿Quién no ha soñado con enfundarse el traje de Iron Man para sentirse como un superhéroe por un día? Y no solo es un sueño infantil: muchos trabajadores que necesitan levantar grandes pesos a diario también estarían encantados de contar con una tecnología así. Por suerte, lo que hace un tiempo pertenecía al terreno de la ciencia ficción empieza a hacerse realidad con proyectos tecnológicos como el desarrollado por Sarcos Robotics, una empresa estadounidense dedicada al desarrollo de sistemas robóticos. La compañía acaba de presentar su nuevo exoesqueleto para trabajadores de la construcción y otras industrias pesadas. Se llama Guardian XO y ofrece unas prestaciones verdaderamente llamativas que combinan la potencia de una máquina con la inteligencia y la movilidad humana.
Según los promotores de este proyecto tecnológico, este exoesqueleto robótico, que consiste en un sistema de apoyo para los brazos y las piernas, es capaz de levantar hasta noventa kilos sin que el operario se exponga a lesiones y con la sensación de estar cargando apenas con cinco kilos, es decir, multiplicando su fuerza por veinte. Sin embargo, la fuerza bruta es solo una de las cualidades de esta nueva tecnología. El Guardian XO, cuyos primeros prototipos se presentaron hace más de diez años, aglutina un conjunto de actuadores (el equivalente robótico a los músculos humanos), sensores, software de control de la máquina y sistemas de retroalimentación de fuerza que permiten al operario calibrar el peso que recoge. Todo ello redunda en una tecnología intuitiva que no requiere un entrenamiento mucho mayor del que supone ponerse un traje y una corbata.
Otra de las claves del robot Guardian XO es su autonomía de ocho horas gracias a sus sofisticadas baterías y la capacidad de cambiarlas sin necesidad de apagarlo, para seguir utilizándolo sin cables.
Este exoesqueleto cuenta ahora mismo con dos versiones, la estándar, que permite levantar hasta treinta y cinco kilos y la MAX, que eleva la cifra hasta los noventa. Ambas se encuentran ya disponibles comercialmente, aunque no se venden de forma individual sino como un servicio para empresas, que incluye los trajes, las estaciones de carga y la asistencia técnica. Así que, por el momento, no podrás emular a Iron Man en tus ratos libres.
La propuesta de Sarcos Robotics, si bien es una de las más avanzadas, no es la única del sector. Desde 2018, el fabricante de coches Ford ha estado trabajando en la implantación de esta innovadora tecnología en sus factorías. En su caso, se trata de una versión más modesta llamada EksoVest que se limita a dar apoyo a los brazos de los trabajadores durante su jornada laboral. Hay ya quince fábricas en todo el mundo que cuentan con ellos para el día a día.
Por su parte, LG presentó otro exoesqueleto robótico denominado CLOi SuitBot en la última edición de la feria tecnológica CES en Las Vegas (EEUU). Su objetivo es reducir la presión sobre las piernas y mejorar la movilidad. Es posible que este tipo de tecnología robótica, además de ayudar en entornos de trabajo, sirva también de utilidad en un futuro para personas aquejadas de artrosis o problemas musculares.
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