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Ahora una bolsa de plástico podría ser clave en el problema del acceso al agua potable, o al menos un método testado por la Universidad de Cádiz así lo asegura.
El agua, a pesar de tratarse de un bien común, no es accesible a casi 700 millones de personas en el mundo según datos de OMS. O lo que es lo mismo, nada más y nada menos que el 12% de la población no tiene acceso a agua apta para el consumo humano.
Con este dato tan alarmante, que la investigación invierta esfuerzos para encontrar métodos capaces de darle la vuelta se hace cada vez más urgente. Precisamente, ese parece el compromiso de la Universidad de Cádiz y del grupo de investigadores de su departamento de Tecnología del Medio Ambiente, quienes han testado un esperanzador modelo de bajo coste capaz de desinfectar el agua.
La propuesta consiste en utilizar bolsas de plástico que, con la ayuda de la luz del sol, logran eliminar del agua contaminada las bacterias causantes de enfermedades digestivas agudas. Un sistema que, según los detalles que publican sus responsables, podría mejorar en muchos sentidos el actual método SODIS, pionero en utilizar botellas de plástico y la exposición del agua a la luz solar para desinfectarla de organismos dañinos para la salud.
La solución que propone la Universidad de Cádiz para desinfectar el agua con bolsas de plástico y exposición solar promete numerosas ventajas para atajar el problema del acceso al agua para autoconsumo.
Para empezar, la capacidad de las bolsas es de 4 litros, frente al 1.5 litros con los que cuentan los recipientes actuales. Al estar provistas de asas, el llenado, el transporte y el almacenaje son más cómodos y seguros. Además, cuentan con un dispensador que favorece el sellado y que el agua no se contamine.
Otra de las buenas noticias de este innovador proyecto es la durabilidad ya que, mientras otros recipientes muestran desperfectos pasados varios meses de uso, las bolsas de plástico propuestas por la universidad permanecen intactas. Si a eso le unimos que requieren hasta 6 veces menos tiempo de exposición solar para purificar el agua que las botellas PET en algunos microorganismos, parece que nos encontramos ante un sistema de bajo coste que podría ser esencial para ayudar a esa parte de la población más desfavorecida en la obtención de agua apta para el consumo.
Fuentes: Boletín UCA i+T
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